1. PICUAL
Es la variedad más importante del mundo. Representa el 20% de la superficie de olivar mundial, en España alcanza el 50%. Su difusión geográfica está claramente ligada a Andalucía, principal región productora a nivel mundial, también se encuentra presente en Extremadura, principalmente en la provincia de Badajoz. Esta variedad recibe diferentes nombres dependiendo de la zona de producción, pero la denominación principal hace referencia a la forma apuntada de los frutos.
Destaca por un rendimiento graso elevado y un alto contenido en ácido oleico. Los aceites procedentes de olivares situados en valles son aceites de gran cuerpo, normalmente amargos, con cierto sabor a madera. Los que proceden de montaña, suelen ser más suaves aunque con un flavor 'a fresco' y agradable. Resulta excelente por su composición de ácidos grasos y su cantidad de antioxidantes naturales. Su alto contenido en ácido oleico monoinsaturado, importante para evitar riesgos de enfermedades cardiovasculares, su bajo contenido en ácido linoleico (ácido esencial para la dieta humana pero que si aparece en exceso, es un punto de oxidación con formación de radicales libres dañinos para ciertos órganos del cuerpo humano) y su elevado contenido en polifenoles, lo convierten en el aceite más estable que existe, significando esto un mayor período de vida y un excelente comportamiento frente al uso térmico en cocina.
2. ARBEQUINA
Se halla entre las variedades españolas más conocidas. Es originaria de la localidad de Arbeca (Lérida), de donde le viene el nombre. Presenta buen rendimiento graso y muy buena calidad de aceite.
Son también aceites frutados con cierto aroma exótico. Se caracterizan por un olor a manzana fresca acompañado de cierta suavidad y dulzura que los distingue, dejando un regusto final a almendra verde, como se puede detectar en el Aceite Xévora 1848. Además son aceites frescos y jóvenes que por su composición son algo más delicados que otras variedades frente a la oxidación, por lo que se recomienda mantenerlo en oscuridad y a temperatura baja para garantizar la conservación del mismo.